Revista Capital: Renting, un sector a velocidad de crucero
22 febrero, 2008
Nuestro Director Financiero, Jesús Justribó, explica en este reportaje las ventajas que supone para acens hacer renting de vehículos. Quizá nuestra experiencia sea valida para tu empresa. Sigue leyendo
“Es imagen de compañía y un elemento de fidelización y captación de profesionales”, señalan en Acens. Éstas son las razones que han impulsado esta pyme especializada en servicios de hosting, housing y soluciones de telecomunicaciones para empresas a entregar a todos sus comerciales un coche de renting. “El outsourcing es parte de nuestra filosofía, así que extenderlo a la flota de coches ha sido un paso natural. Elegimos el renting frente a otras opciones porque tiene todos los servicios y la gestión operativa y financiera es sencilla: pagas una cuota y te olvidas”, explica Jesús Justribó, director Financiero de Acens.
El consejero delegado de la compañía fue el primero en optar por esta modalidad (utiliza un Audi A4 2.0), que se extendió primero al resto de comité de dirección (Volvo XC70) como parte de su retribución en especie y después, después, a algunos vendedores. A partir de ahora, 17 de los 25 comerciales de Acens (la plantilla total es de 150 profesionales) disfrutarán de un coche de renting como herramienta de trabajo: un Ford Mondeo o un Focus en función de la veteranía. En total, las cuotas oscilan entre los 600 y 400 euros mensuales, según el modelo.
Para Justribó, las ventajas económica no vienen tanto por los ahorros (la flota que maneja no es muy grande), sino por las economías de escala que las compañías de renting ofrecen: mejores precios que si compraran un vehículo por su cuenta. “El renting se contabiliza como una cuenta de gastos y no aflora en el balance, lo cual es importante para no condicionar tu capacidad de endeudamiento y mejorar tu ratio de beneficio sobre inmovilizado”, explica este directivo. El servicio de entrega y recogida del coche en caso de avería y el vehículo de sustitución son aspectos muy preciados.
El caso de Acens es representativo de un mercado con grandes perspectivas. Las pymes suponen hoy cerca del 30% de la flota de renting y constituyen, junto con los más de tres millones de autónomos, un mercado goloso que empieza a ganar peso en la cartera de clientes de las compañías.
Tanto, que algunas de las principales compañías del sector han empezado a diseñar estrategias ad hoc para este público. En BanSabadell Renting están desarrollando una oferta específica para colectivos profesionales (la entidad agrupa a mas de 459.000 profesionales asociados a éstos). Y LeasePlan España, por ejemplo, lanzó en marzo del pasado año LeasePlan Go como marca exclusivamente para ese público objetivo. “La pyme requiere un nivel de servicio más personalizado y suele comprar un vehículo de rango superior. Lo elige como si fuera suyo”, señala José Isasi, director de Nuevos Mercados de Lease- Plan España. El perfil de este tipo de cliente es, según esta compañía, el siguiente: tiene una flota media de un par de coches y elige vehículos de alta gama e industriales ligeros para tareas de reparto.
“El 75% del crecimiento del sector para 2008 y 2009 vendrá por las pymes, pero todavía hay que hacer mucha pedagogía para dar a conocer el producto. Este tipo de empresas exige una capilaridad que no todas las compañías de renting tienen y eso les obliga a llegar a acuerdos para cubrir todo el territorio”, señalan en la AER.
Presencia local
En LeasePlan Go han resuelto este tema por tres vías: acuerdos con los concesionarios “para aprovechar su capacidad de prescripción”, señala, Isasi; con las entidades financieras, bien como iguales (cobranding), bien prestando el servicio para la marca blanca de renting de la entidad, y, por último, a través del canal de televenta -telefónico y por correo electrónico-. La compañía trabaja ya con cerca de 160 concesionarios y ocho entidades bancarias.
En BBVA AutoRenting, compañía que se presenta como un operador especializado en pymes, aseguran que su punto fuerte es “la flexibilidad” para adaptarse a cada perfil de cliente.
El salto de los particulares a este negocio es tibio y tardará un tiempo en generalizarse, “porque no encuentran ventajas fiscales y todavía tienen un sentimiento de propiedad elevado”, argumenta Isasi.